La física nos dice que en el espacio exterior, más allá de nuestro planeta, no hay sonidos. Siendo éste completamente vació, no puede generar olas que tramnsporten sonidos. Pero recientemente la NASA descubrió que sí, hay sonidos en el espacio – no tengo idea cómo esto sea posible. Afortunadamente para mi – no es el tema de de este post.
Lo que me interesa no son los sonidos que se expanden en el espacio sino el sonido del espacio mismo. ¿Será posible oirlos?
En el artículo Sanar con sonidos, aquí, en el Bunker de la Mente, menciono la relación entre el sonido y el espacio. En el siguiente artículo – El poder del sonido – hablo de los problemas y su relación con el espacio. Hoy vamos a ver algo distinto y seguiremos exploramndo elpoder de la sanación con los mantras y sonidos.
La experiencia del espacio en la playa o en las montañas, o cuando miras al espacio desde un edificio alto, siempre nos llevan a la misma experiencia. Ojalá nos dieramos la opoertunidad de explorarla porque es una de las más poderosas y sanadoras.
El poder conectar el espacio en su aspecto externo hace que internamente conectamos un espoacio propio. No sentimos el espacio de las montañas en eñ l corazón, srtnimos nuestro propio espacio que se develó al mirar las apariencias del espacio externo.
Esto quiere decir que hay un espacio dentro de cada uno de nosotros.
Y así lo dicen las enseñanzas: no importa cómo sea tu condición, qué historia estés viviendo, cuál es tu pasado – en tu esencia siempre eres puro. Eso habla de la esencia del vacio del espacio interno.
¿Cómo es el espacio de tu vida?
¿Lleno o vasto?
Si constantemente vives las emciones de todo tipo que te acechan, no encontrarás paz – el espacio de tus emociones, de tu energía, estpá lleno. ¿Te das cuenta?
Si tu mente está llena de pensamientos, discurso interno, juicios, esperanzas, fantasías – tampoco hay espacio en tu mente. ¿Cómo pretendes encontrar la solución o encontrar espacio para algo nuevo?
¡Si tan solo pudiéramos encontrar momentos de espacio en nuestra vida! Podríamos encontrar lo que buscaamos y más necesitamos, en vez de angustiarnos.
Pero ¿cómo hacerlo?
Cuando escuchamos mantras, la vibración de este sonido puro, sonido que no posee significado, que solo es vibración, reverbera en el aire externo-
También vibra en el aire que se mueve dentro de nosotros – en cada una de las células. Así suena también en el cuerpo físico, en los huesos y carne, en los líquidos y en cada espacio del cuerpo.
Sacude los centros donde se acumula la tristeza, rencor, donde se apilan los problemas y nace el dolor. Donde en la oscuridad nacen los pénsamientos negativos y se pierde la capacidad de la alegría, del amor y del bienestar.
Es allá donde este sonido con su vibración recupéra el espacio interno. Y por un momento uno es libre se todo lo que le acecha. Al final. no solo el cuerpo pero todos los espacios de nuestro ser están bajo la influencioa de la magia del sonido puro.
Este es el proceso de sanación.