La mente cotidiana se enamora y este amor se puede volver una emoción condicional si se desconecta de la verdadera fuente del amor
El amor verdadero no es una emoción. Es un estado de la mente pura. Es la capacidad de contener toda la belleza, todo el deseo de la felicidad en un solo instante. Eso lo sentimos un poco cuando nos enamoramos – ese es el amor ilimitado, incondicional. Pero hay que alimentarlo constantemente. alimentar nuestra capacidad de amar para que se transfiera a la vida diaria.
Sobra decirlo, pero vale la pena recordarlo, que el amor no se refiere a una relación que tenemos sino a nuestra capacidad de realizar ese estado.
En cada amanecer, cada atardecer, en cada aspecto de vida – una flor, un bosque o playa, en un perro, un gato una abeja, en cada aspecto de la naturaleza como un río, una montaña o planicie, hay mil razones para sentir el amor. No el deseo sino la felicidad, alegría, plenitud, ecuanimidad que se despiertan en nuestro corazón si miramos a través del amor.
Así que el amor comienza por nuestra apertura, nuestro actitud hacia todo.
¿No crees que la vida es diferente si la miras a través del odio, rencor o a través del amor y a belleza?
1 Comment
[…] eso ya hablé en los posts: Amor inconmensurable y Amor […]