En el artículo anterior platiqué un poco sobre Cómo debe ser el lugar para meditar ahora veamos cómo hacer el altar.
Los practicantes relacionados con una tradición espiritual específica seguramente conocen el uso de símbolos y los rituales necesarios para sus prácticas. Sin embargo la gran mayoría de personas que se acercan a la meditación no necesitan usar los altares complejos ni todos los símbolos ni los rituales. Primero porque no los entienden y dos porque realmente no son necesarios si no se usan adecuadamente. Por ejemplo no pongas una estatua de un buda si no sabes nada de éste. Así que en este espacio no vamos a hablar de los altares formales, relacionados con una tradición en particular sino de los altares, lugares sagrados para nuestra práctica.
En general podría decir que es un lugar relacionado con el desarrollo espiritual, con la práctica espiritual. es el lugar dónde ocurren procesos más íntimos, los procesos de nuestra mente, nuestro alma y espíritu.
Un altar en frente de nosotros representa nuestros procesos internos del desarrollo, nos fortalece, nos motiva, sirve de recordatorio. Nuestra relación con el altar es la relación con nuestro camino espiritual – si solo es un elemento decorativo en casa, en la vida diaria tampoco será más que eso. si no cuidamos el altar es un claro indicador que tampoco cuidamos nuestra práctica y nuestro desarrollo.
Tener un altar es una práctica en sí misma. En ese espacio ponemos las cosas sagradas, aquellas que tienen el poder de cambiarnos desde la perspectiva de las enseñanzas y de la práctica. No usemos cosas que no entendemos porque de esta manera traemos caos y confusión al altar. Por ejemplo: prender la luz en el altar significa tu práctica, tu deseo de cambiar, de darte cuenta de tus propias limitaciones, o sea: iluminarte. Este es uno de los más poderosos símbolos que podemos usar en un altar. De hecho todos los altares tienen luz por esa razón.
Así que el altar está en el lugar donde practicas, representa tu estado y avance de la práctica. Es el espejo de ti mismo. Piensa en eso: si tu altar tiene demasiadas cosas, ¿tal vez tu vida también?
Tu altar obviamente está relacionado con el lugar para meditar así que debe estar en el espacio exclusivo para tu práctica. No debes poner en el altar los objetos que no están vinculados con tu práctica, por ejemplo las llaves de la casa «para que no se me olviden», la cartera «para que se cargue de buena vibra y se llene sola», fotos de tus hijos «para que te hagan caso», etc. Fíjate que todo eso representa tus problemas y estos no son «sagrados» y tampoco son soluciones. Así que reflexiona sobre lo que es sagrado para ti en términos de aquello que te ayuda a ser un practicante mejor. Si no mezclas al altar con tus problemas, muy pronto te regresará sus bendiciones porque tú lo has tratado con respeto y claridad.
1er punto para construir tu altar: el lugar debe ser exclusivo para tus prácticas
2do punto: no le pongas cualquier cosa, se muy selectivo con lo que pones porque va a reflejarte a ti mismo
3er punto: por lo pronto solo prende una luz, como símbolo de tu deseo de aprender
1 Comment
Muy bello.
Gracias.