En el occidente, la falta de salud interpretamos como enfermedad y ésta ocurre ya sea en el cuerpo o en la mente, bueno… últimamente se habla también de enfermedades sociales, culturales y de la época. La medicina contemporánea y la psiquiatra contemplan enfermedad como:
“Alteración leve o grave del funcionamiento normal de un organismo o de alguna de sus partes debida a una causa interna o externa”. Por causa interna se entiende otro proceso fisiológico que ocurre dentro del organismo mismo”.
Así que entendemos la falta de salud como una alteración del funcionamiento del organismo a causa de algo externo o interno, ajeno y fuera del alcance de uno. Por eso los procesos de sanación son largos, complicados o poco efectivos. Hay que aprender a sanar.
Las medicinas orientales, como ayurveda, medicina china o tibetana tienen otro concepto de salud/enfermedad.
El budismo tibetano en particular en la parte de las enseñanzas de los tantras – sobre los procesos internos, tiene una visión completamente distinta.
Se entiende que la vida se desarrolla al mismo tiempo en 3 dimensiones, aunque solo la vemos en la cuarta que llamamos “realidad” pero allá no hay mucho espacio para maniobrar o cambiar. Todos hemos intentado un sin fin de veces cambiar la realidad y sabemos que simplemente no ocurre.
¿No se puede verdad?… es porque lo que llamamos la realidad está fuera de nuestro alcance – parece que solo podemos observarla y ser participantes pasivos.
Pero antes de que la realidad ocurra y se manifieste en forma tangible afuera, tiene su origen en potro lado
Si pensamos en un problema externo que nos agobia, este problema también se refleja en nuestros actos y actitudes, así que también es parte de nuestro cuerpo, de la energía presente en cada una de las células del cuerpo. Así que este mismo problema existe en el cuerpo.
El problema externo también tiene su expresión interna: las emociones. todo lo que sientes con relación a este problema ya no está afuera – está dentro de ti, se mueve con tu respiración, es parte de tu energía vital.
Este problema externa también tiene su parte secreta: los pensamientos, juicios y criterios, las expectativas – la visión en general.
Así que cada problema externo tiene su versión en el cuerpo, en las emociones y en la mente.
Si queremos cuidar de la salud física y no conservamos los otros cuerpos, nunca lograremos a sanar completamente.
Los tres cuerpos: externo, interno y secreto se ven afligidos por los problemas. Al mismo tiempo, al sanar cualquiera de estos cuerpos, beneficiamos a los demás y al mismo tiempo a la realidad misma.
Así que el proceso de sanar debe empezar por la mente.
No importa en qué condiciones o momento de vida nos encontramos, si logramos desarrollar y cultivar, por ejemplo, quietud en el cuerpo secreto de la mente, está beneficiara al cuerpo interno de las emociones, y las emociones crearán una nueva actitud, nuevos actos, y estos pueden modificar la realidad misma.
¡Vale le pena probar!