Los textos budistas ya estaban bien conocidos en Europa del siglo XIX, sin embargo esa la filosofía oriental había hecho su presencia mucho antes, influyendo en los pensadores y filósofos europeos de diferentes épocas.
Los viajes de Marco Polo y de los que siguieron recorriendo sus caminos, los Caminos de Seda, así como de los Jesuitas que llevaban la Palabra del señor al Oriente, narraban con entusiasmo los conceptos de la visión que encontraban allí. Particularmente el misionero Matteo Ricci (1562 – 1610) inspiró a través de sus reportes, a los pensadores como Leibnitz. Otros filósofos influenciados por el budismo en particular fueron: Schopenhauer, Nietzsche y artistas y escritores como Richard Wagner, Ralph Waldo Emerson y David Thoreau.
Curiosamente la puritana Inglaterra victoriana del siglo XIX, aun teniendo a India como su colonia, no dejaba fluir ni la filosofía ni las religiones hindúes en su tierra, considerándolas como algo impuro.
Así, por un lado la época del Renacimiento y del humanismo abrió las puertas a las filosofías del oriente y por el otro el puritanismo, un par de siglos después degradó al yoga en la sociedad.
Pero no fueron ingleses, italianos ni americanos los que trajeron a las prácticas de meditación al Occidente, fuero los chinos. Se debe reconocer que de todas las tradiciones orientales, del budismo e hinduismo, fue el budismo que se instauro en el Occidente a mediados del siglo XIX.
Llegó a Estados Unidos con los emigrantes chinos, a principio del 1840. Practicado en templos improvisados, en casas, lejos de los ojos de los occidentales, daba muestra de la fe de sus practicantes y se mostraba en sus actitudes.
También hay que reconocer que el contacto entre los comerciantes americanos y europeos que visitaban Asia se hacía cada vez más fuerte y estable y con eso el fluir de las ideas y costumbres se propagaba con mayor facilidad, cada vez aparecían más y más textos sagrados que, aun cuando generalmente se mostraban como algo curioso, jugaban un papel de testimonio de las culturas tan lejanas como de India, China o Japón.