¿Necesito iluminación?
Tengo una amiga que un día me dijo que no está lista para la iluminación: tengo marido e hijos.
¿Me ilumino así y me voy?
Tuve que explicarle que no corre ese riesgo y que además la iluminación tiene muchas vertientes. Esa de iluminarse y disolver el cuerpo en la luz, está reservada para los budas y al menos que uno logre convertirse en uno, lo más que podrá disolver son los obstáculos en la mente, en sus emociones, en sus acciones y tal vez en el cuerpo.
Pero, sin ser budas, a diario vivimos pequeños momentos de la iluminación: los momentos de claridad en la mente que puedes ser espontáneos o como resultado de práctica.
Pero cada practicante del budismo eventualmente comienza a buscar esa iluminación ulterior, ese estado de la mente donde no hay dudas, caos – donde todo está claro.
El camino es muy tortuoso y largo porque años y vidas enteras trabajamos para perpetuar el caos en nuestras vida y éste ya parece una constante. Desde el momento del nacimiento ya entramos a un mundo inestable, impermanente, poco confiable donde se genera todo, en especial el sufrimiento.
Asimismo, posiblemente se necesitará vidas para poder liberarse de esas mecánicas que hemos construido.
Afortunadamente existen métodos y caminos que nos llevan hacia esta iluminación, la cuestión es solo una: tomar decisión y hacerlo.
Finalmente la iluminación es una gran liberación de la ilusión de nuestra mente ordinaria.
Así que practiquen claridad en cada momento que su mente les ofrezca sus pequeñas iluminación, ¡dense cuenta de ello y disfruten!