De acuerdo al budismo, todos los seres vivos, sintientes, vivimos atrapados en ciclos de existencia llamados samsara.
En el samsara estamos deambulando sin rumbo y llegamos a experimentar sufrimiento insoportable. Eso ocurre día y noche, año tras año, vida tras vida. Todo eso debido al increíblemente fuerte apego a uno mismo.
Para poder sanar esa condición, primeramente tenemos que encontrar la causa de tal apego. Luego podremos aplicar la medicina – es el camino de entrenamiento para restaurar la buena salud. Esa es la iluminación.